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Los esmaltes forja se caracterizan por su aspecto y tacto ligeramente rugoso y áspero con un aspecto entre metalizado y rústico. Existe también como novedad un acabado efecto forja, pero totalmente liso al tacto y con las mismas propiedades que el original. Normalmente suelen aplicarse sobre hierro, son bastante duraderos tanto al interior como en exteriores, ya que tienen propiedades anticorrosivas y antioxidantes. La variedad de colores en este tipo de pintura suele comprender entre 6 u 8 colores, pasando desde negro o gris (los más habituales) a rojo oxido azul o verde. Su aplicación puede ser tanto a brocha como rodillos para esmalte, se diluyen normalmente con disolvente pero ya existen en el mercado esmaltes forja al agua.
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Los esmaltes acrílicos se caracterizan por su fácil aplicación, ausencia de olor y rápido secado. Se pueden aplicar tanto en madera, metal como paredes de yeso o pladur siendo esta última opción menos habitual, pero muy utilizada en cocinas o lugares donde se requiera una mayor limpieza o sufran de mucho tránsito. Son muy resistentes tanto al exterior como en interiores, existen una gran variedad de colores y distintos tamaños, también con la posibilidad de realizar infinidad de colores en nuestros sistemas tintométricos. Los acabados pueden ser brillo, satinado, mate e incluso metalizados. Su aplicación, previa imprimación en caso necesario, se puede realizar tanto a brocha y rodillo como a pistola, tanto su dilución como la limpieza de herramientas será el agua.
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Los esmaltes sintéticos se caracterizan por su dureza, su gran variedad de acabados y sus múltiples aplicaciones. Pueden aplicarse tanto en exterior como en interior y en superficies como hierro, madera, yeso, pladur o azulejos y sobre otro tipo de distintos materiales, previa imprimación para su mayor adherencia. Existe una gran variedad de colores y también la posibilidad de realizar cualquiera de ellos en nuestros sistemas tintométricos, los tamaños pueden ir desde 250 ml, 750 ml y 4 L. Se encuentran en distintos acabados desde brillantes, satinados o mates pasando por metalizados, forjas o marteles. Su aplicación se realizará, previa imprimación en caso necesario, con brocha rodillo de esmalte o pistola. Su dilución y limpieza de herramientas será disolvente o aguarrás.