El Color de la pared y la Salud emocional

Las paredes son un elemento de construcción, pero también tienen un valor simbólico en nuestras vidas.

Las paredes representan un obstáculo en el espacio y metafóricamente nos recuerdan que en todas partes hay un límite.

Si lo piensas bien, casi todos los seres humanos pasamos buena parte de nuestras vidas viendo paredes a nuestro alrededor, en casa, oficina, hotel y en cualquier edificación en la que estemos.

El entorno físico, incide en la forma en cómo funciona el pensamiento y en la manera como se organizan las emociones.

Las paredes nos hablan

La percepción del color es en gran medida subjetiva. Como tales, los colores no existen. Se conforman en el cerebro a partir de la decodificación de las señales que emite la luz sobre los objetos.

Pero, bajo ciertos estados emocionales los colores pueden ser percibidos de una manera diferente. Algunas formas de depresión llevan a que la persona vea una especie de halo oscuro en torno a las cosas que se ve.

El color genera sensaciones e induce hacia determinados estados emocionales. Se ha comprobado que el color también tiene efectos sobre la salud, activando o inhibiendo los procesos bioquímicos y hormonales. Por lo que el color de las paredes puede tener ciertos efectos en las personas y su salud mental.

El color de las paredes y sus efectos

El color de las paredes es un factor que puede contribuir a estimular o estabilizar nuestras emociones. Lo ideal sería que se pudiera cambiar el color de las paredes con relativa frecuencia, pero como esto es casi imposible, lo que si se puede hacer es no emplear un color homogéneo. De las cuatro paredes de una habitación, dos pueden ser de un color y dos de otro. O tres de un color y una de otro. O cada una de un color diferente, si se logra establecer un equilibrio estético que lo haga posible.

La alternativa de estar siendo influenciados por varios colores a la vez resulta agradable y puede influir de manera positiva, en el estado de ánimo.

Los murales también son una alternativa interesante, especialmente si representan escenas naturales como campos verdes o el mar.

Cada color incide de forma diferente sobre las emociones. Mientras que algunos te estimulan, otros te aquietan.

Blanco

Es un color neutral que aporta luz y sensación de amplitud en una habitación. El efecto anímico del blanco es de tranquilidad y frescura. Facilita la concentración y permite que los muros pasen desapercibidos. Es indicado para quienes se encuentran en un estado de elevada alteración emocional.

Verde

Es el color de la naturaleza, representa el equilibrio y la armonía. Es un color tranquilizante que se utiliza mucho es hospitales, precisamente por estos efectos. También es el color del crecimiento adecuado para decorar el cuarto de los niños, es el color de la esperanza. El verde favorece la expresión de sentimientos de confianza y bienestar. Recomendable para disminuir la angustia y reducir la actividad, cuando esta es excesiva. En espacios pequeños se debe usar un verde muy suave.

Azul

Este color transmite sensación de paz, concordia y confianza.. Inspira tranquilidad proporcionando la relajación mental como física. El color azul contribuye a armonizar las relaciones en espacios donde haya mucho conflicto. Esto lo hace el mejor color para una habitación de relax e inapropiado para oficinas o lugares donde se quiere trabajar intensamente. Se debe usar con mesura, ya que en exceso lleva a la apatía y a la inapetencia… Lo recomendable es inclinarse por el azul plomo o turquesa pálido. El turquesa una variante del azul es un color de la comunicación y tranquilidad mental, es ideal para lugares como el salón familiar o para decorar la sala de juegos, al fin al cabo sirve para cualquier lugar dónde se quiere propiciar el dialogo y comunicación abierta., recarga nuestro espíritu en momentos de estrés y tensión general.

Amarillo

Se trata de un color alegre, energético, y alentador que ayuda a superar miedos, combatir la depresión e incrementar la seguridad. El amarillo está particularmente recomendado para quienes atraviesan procesos de duelo o sufren accesos de melancolía. El amarillo dispone hacia la acción y favorece el optimismo todos los tonos son adecuados. Este color representa la mente y el intelecto, por esto, a pesar de ser un color optimista puede influir a desatar la crítica y la impaciencia, es un color para despertar la diversión, por ello puede ser una gran idea para habitaciones infantiles o guarderías.

Rojo

Es el color de la energía, la pasión y la acción, siendo el color del movimiento físico. El color despierta nuestra fuerza psíquica, también provoca hambre, por lo que en general no es un buen lugar para decorar un dormitorio. Otro de los efectos de este color es que provoca estar siempre en alerta, no es un color relajante, sino todo lo contrario, sentirás necesidad de moverte dentro de una sala decorada en este color. En las paredes, el rojo se debe utilizar con mucha precaución. Cualquier exceso en este color genera inquietud y estimula la aparición de sentimientos agresivos. El rojo es estresante, así que lo más recomendable es incluirlo solamente en pequeños decorativos o en paredes de pasillo, gimnasios o sitios en los que se no se permanezca mucho tiempo.

Rosa

Es el color del amor incondicional este color inspira compasión, que influye en los sentimientos invitándolos a ser amables, suaves y profundos, provoca calma en el entorno donde este ubicado es adecuado para la decoración del dormitorio de una niña, mientras que el dormitorio de un adulto provoca y refleja inmadurez y estado de ánimo hiperemocionales.

Marrón

Es el color de la seguridad, la protección y la abundancia material. este color se relaciona al equilibrio de todo. al decorar el hogar con marrón, generas una sensación de comodidad. En un comedor, el color marrón hará que la comida se sienta mejor, así como ayudara también a la digestión. por otro lado, puedes combinar el marrón con otro color que se equilibre con este.

Psicología del color según la estancia de su hogar

Habitación de una pareja

Colores derivados del naranja como el color durazno y el salmón generan la sensación de fraternidad y unidad, además están vinculadas al trabajo en equipo. los tonos rosas también son adecuados por sus efectos relajantes y su asociación con el romance, el amor y afecto.

Habitación de los niños

Las gamas de azules son propicias presentes en muchos elementos naturales, estimulan la relajación y la reflexión y ayudan a calmar a los más pequeños.  Los verdes son una buena elección evocando crecimiento, naturaleza y expansión, estos tonos son ideales para favorecer la creatividad de los niños.

Habitación de los adolescentes

La gama azul también es recomendad gracias a los efectos calmantes, además los morados y violetas generan tranquilidad y también favorecen la creatividad.

Salón

Colores cálidos, que hagan sentir a tus invitados como en su propio hogar, los tonos provenientes del amarillo, sin ser muy fuertes pueden ser favorecedores y es que además aportaran mucha luz al espacio, por lo que son ideales si tu salón. es de dimensiones reducidas. recuerda que los colores fuegos como rojo y amarillo son demasiado estimulantes por lo que si vas a usarlos hazlo con moderación, incluyéndolos en elementos pequeños o rincones determinados. si algún miembro de la familia sufre de depresión, es ideal crear un pequeño espacio con estos colores para estimularlo.

Baño o Estudio

Azul y blanco ambos reflejan pureza, limpieza y además estimulan el intelecto. si quieres que el efecto final no sea demasiado simple o frio puedes incorporar colores más llamativos en algunos elementos decorativos. así crearas un espacio mucho más agradable y acogedor.

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