Un palet ya utilizado requiere una buena limpieza antes de introducirlo en tu casa en forma de mueble (sobre todo si recuperas uno que encuentres en la calle).
Para evitar cualquier accidente, lo primero que debes hacer es revisar el estado general de la madera, retirando cualquier clavo, grapa o elemento metálico que puedas encontrar. El siguiente paso es limpiarla con algún producto específico que elimine hongos o bacterias sin dañar los tablones.
Una vez secos, procede a lijar los palets y aplica una imprimación transparente para sellar poros y dejar lista la madera para su tratamiento posterior. Por último, solo falta darle una capa de barniz, si quieres para tus muebles un acabado natural, o pintarla del color que prefieras.